Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff (Periférica y Errata naturae) Traducción de Richard Gross | por Raquel Delgado
Cuando en 2008 Errata Naturae entró en el dañado mercado del libro, hacía ya dos años que Periférica publicaba a contracorriente desde Extremadura. Aquellos días, los más inciertos para el papel ante el desembarco del Kindle, las dos editoriales osadas comprendieron que lo que agonizaba no era el formato ni la literatura, sino el imán que debía atraer a los lectores a las estanterías. Era preciso un catálogo nuevo y arriesgado de autores, colecciones especializadas, portadas y materiales potenciadores del contenido. Esta necesidad aproximó al oficio a otras compañeras: Libros del Asteroide en 2005, Nórdica en 2006, Impedimenta en 2007, Blackie Books en 2009 o Jekyll&Jill en 2011 creyeron igualmente que había un camino para la calidad y la diferencia. Ahora, una década después de la apertura obligada del sector, es motivo de celebración que su alianza en la producción de Tú no eres como otras madres haya conllevado tanto el traslado al castellano de un texto excelente como una entrada merecida de la edición alternativa en la lista de éxitos de ventas.
La vida de Else Kirschner, escrita por su hija Angelika Schrobsdorff, ya ha alcanzado la cuarta reimpresión con expectativas de que vendrán más. El título anticipa por qué debe ser narrada: es una biografía extraordinaria y adictiva que, presentada como una novela, sobresale entre cualquier relato de ficción que también explore el brillo de Berlín previo a la conmoción nazi o las consecuencias que esta implicó para los habitantes indeseados del III Reich. La tensión y la luz de Tú no eres como otras madres están en una protagonista que es verdadera y en la autora que se aproxima a ella con una honradez no habitual en un vínculo tan estrecho. En la lectura que permite conocer bien, conocer a fondo, la juventud vibrante y el envejecimiento doloroso de una muchacha judía que prescindió de su raíz para entrar en el huracán de libertad y vanguardia al que la clase alta alemana tuvo acceso durante la República de Weimar –el paraíso– y que no previó la caducidad de su permiso para permanecer en él.
Tú no eres como otras madres se desliza entre extremos: primero, el de la nostalgia por un centro de Europa espléndido que, como el de El mundo de ayer de Stefan Zweig, ha desaparecido y es irrecuperable; más tarde, el de la oscuridad de un continente devastado tras la guerra en el que la máxima aspiración es la supervivencia. Existen pocos contextos históricos, raras situaciones externas, más críticas y condicionantes que el tiempo que le correspondió a Else Kirschner, quien pretendió permanecer inmersa en su torbellino propio, intocable e inconsciente, hasta que la salida al presente se transformó en una urgencia y comenzó el exilio. Antes de la hora límite, su único impulso para vivir de lleno había sido el amor: “Hay que tener un hijo con cada hombre al que se ama. Esta era su convicción, y se atuvo a ella. Viniera lo que viniese, estando casada o no, pero en cualquier caso en las circunstancias más desfavorables.”
El libro hoy publicado por Errata Naturae y Periférica es el canal que Schrobsdorff ha utilizado para realizar un retrato justo de su madre, a la que reprocha su irresponsabilidad y su egoísmo para envolverla con un abrazo a pesar de ellos y reconocerla como mujer valiente y pasional. Esta aceptación ha comprendido quince años de escritura, cuarenta años de distancia y un resultado que habla con la misma intensidad de Else que de sí misma aunque las memorias se detengan en su despedida en 1947. Para llegar a producir Tú no eres como otras madres, Angelika –autora de doce obras y actriz, esposa de Claude Lanzmann, residente en Alemania, Francia e Israel– tampoco ha podido ser una hija corriente.
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